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¿Sabes realmente qué cosmética estás utilizando? Guía para elegir con conciencia

¿Sabes realmente qué cosmética estás utilizando? Guía para elegir con conciencia. Entre tanta información, claridad y consciencia Hoy en día, el mundo de la cosmética nos presenta una infinidad de opciones y términos que, en muchos casos, generan más dudas que certezas. Cosmeceúticos, natural, bio, vegano, clean, cruelty-free… todos parecen prometer lo mejor, pero ¿sabemos realmente qué significan? Si alguna vez te has sentido confundida entre tantas opciones, no estás sola. El objetivo de este artículo es brindarte información clara y útil, para que puedas elegir con conocimiento y sin caer en estrategias de marketing engañosas. Como profesional del cuidado de la piel, mi misión es ayudarte a entender qué le das a tu piel, para que la cuides con la seguridad de estar tomando las mejores decisiones. Cosmeceúticos: Ciencia aplicada a la piel Los cosmeceúticos representan la fusión entre la cosmética y la dermatología. A diferencia de la cosmética convencional, sus fórmulas están respaldadas por estudios científicos y contienen activos en altas concentraciones para ofrecer resultados visibles y eficaces. Características clave: Diseñados para tratar problemas específicos de la piel (manchas, acné, envejecimiento, rosácea, deshidratación). Contienen ingredientes testados en estudios in vitro e in vivo. Se formulan con concentraciones de activos mucho más altas que las de la cosmética convencional. Son de prescripción profesional, lo que garantiza un uso adecuado según cada tipo de piel. ¿Para quién es recomendable? Si buscas productos con evidencia científica y que realmente transformen tu piel, los cosmeceúticos son la mejor opción. Cosmética natural: Ingredientes extraídos de la naturaleza Este término hace referencia a productos formulados con ingredientes presentes en la naturaleza (de origen animal, vegetal o mineral). Aspectos importantes: Para ser considerada «natural», la fórmula debe contener un porcentaje mínimo de ingredientes naturales. No significa que sea 100% libre de químicos, ya que pueden incluir conservantes permitidos. Puede contener alérgenos, como aceites esenciales, que pueden generar reacciones en pieles sensibles. Ejemplos de ingredientes naturales comunes: Aceites vegetales (jojoba, almendra, rosa mosqueta). Ingredientes de origen animal (miel, leche). Minerales y arcillas (óxido de zinc, arcilla blanca). ¿Es siempre mejor para la piel? No necesariamente. Aunque es una opción más sostenible, algunos ingredientes naturales pueden provocar alergias o reacciones adversas en ciertos tipos de piel. Cosmética vegetal: Composición basada en el mundo botánico La cosmética vegetal se basa en el uso de ingredientes exclusivamente vegetales. Difiere de la cosmética natural en que no contiene ingredientes de origen animal, como la miel o la cera de abeja. ¿Para quién es recomendable? Para quienes buscan fórmulas basadas únicamente en extractos de plantas, sin ingredientes de origen animal. Cosmética orgánica, bio y eco: Certificación ecológica y sostenibilidad Estos términos indican que los productos han sido elaborados con ingredientes de cultivo ecológico, sin pesticidas ni químicos agresivos. ¿Cómo diferenciarlos? Para ser considerados bio, orgánicos o eco, los productos deben contar con certificación oficial (Ecocert, Cosmos Organic, USDA Organic). Garantizan un proceso de producción respetuoso con el medioambiente. Excluyen ingredientes sintéticos y tóxicos. ¿Es siempre la mejor opción? Si buscas cosmética con certificación ecológica y libre de químicos artificiales, es una opción adecuada. Sin embargo, los cosméticos bio también pueden incluir ingredientes que causen alergias o irritaciones en pieles sensibles. Cosmética vegana y vegetariana: Diferencias clave Cosmética vegana No contiene ingredientes de origen animal ni derivados de estos, como miel, leche, cera de abeja o colágeno animal. Cosmética vegetariana A diferencia de la vegana, sí permite ingredientes de origen animal como miel, cera de abeja o leche, pero nunca componentes extraídos de animales sacrificados. ¿Qué tener en cuenta? Un cosmético vegano no siempre es sinónimo de natural o saludable. Puede contener ingredientes sintéticos para reemplazar los componentes animales. Cruelty-Free: ¿Es realmente una diferenciación en Europa? La etiqueta cruelty-free indica que un producto no ha sido testado en animales. Pero cuidado: Desde 2013, la legislación de la Unión Europea prohíbe la experimentación en animales en productos cosméticos. Por lo tanto, cuando una marca promociona que es cruelty-free en Europa, no es un factor diferenciador real, sino un requisito legal. Para asegurarte de que una marca también es cruelty-free en mercados fuera de la UE, busca certificaciones como Leaping Bunny o PETA Cruelty-Free. Cosmética clean: Fórmulas minimalistas y sin ingredientes controversiales La cosmética clean apuesta por reducir el número de ingredientes en sus fórmulas, evitando componentes que puedan ser irritantes o innecesarios. ¿Qué evita la cosmética clean? Fragancias sintéticas. Parabenos y sulfatos agresivos. Siliconas pesadas. ¿Es la mejor opción? Puede ser beneficiosa para pieles sensibles o reactivas, pero no significa que sea más efectiva que otras opciones. Conclusión: ¿Qué tipo de cosmética es mejor? No hay una respuesta única. Todo depende de tus necesidades, valores y el estado de tu piel. Yo te recomiendo que no te bases en modas y que le des a tu piel lo que realmente necesita, es por ello que yo soy una defensora de la cosmética pautada bajo diagnóstico. Lo más importante es elegir con información y sin dejarse llevar solo por etiquetas de marketing. Si tienes dudas sobre cuál es la mejor opción para tu piel, puedo ayudarte a diseñar una rutina efectiva y adaptada a ti. 📍 C/ Camarena, 98, 28047 Madrid 📞 +34 626694152 Mercedes Herranz

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Escuchar a tu piel: el camino hacia una belleza saludable.

«Escuchar a tu piel: el camino hacia una belleza saludable» Cuando observamos nuestra piel, a veces nos enfocamos solo en su apariencia, en cómo luce. Pero la realidad es que la piel siempre nos está hablando, enviándonos mensajes sobre lo que necesita. Ignorar esas señales puede llevarnos a problemas mayores. Por eso, siempre digo que la verdadera belleza comienza con la salud de la piel. Uno de los problemas más comunes que a menudo se pasa por alto es la rosácea, una condición que afecta a muchas personas y que, con frecuencia, no se reconoce ni se trata adecuadamente. Hoy quiero hablarte de cómo identificarla, por qué es importante tratarla y cómo podemos ayudarte. ¿Qué es la rosácea y cómo reconocerla? La rosácea es una afección inflamatoria crónica de la piel, que aparece principalmente en el rostro, especialmente en las mejillas, nariz y frente. Aunque sus causas exactas no se conocen del todo, sabemos que ciertos factores como los cambios de temperatura, el estrés o ciertos alimentos pueden desencadenarla. Para ayudarte a identificar si podrías tener rosácea, aquí te dejo tres indicadores clave: Enrojecimiento persistente: Si tu rostro presenta un tono rojizo constante, sobre todo en las mejillas, nariz y frente, y no desaparece fácilmente, podría ser rosácea. Este enrojecimiento suele intensificarse tras la exposición al calor, el sol o incluso al consumir alimentos picantes. Sensación de ardor o sensibilidad extrema: La piel con rosácea tiende a ser muy sensible. Si notas que cualquier producto, el viento o incluso el agua caliente te provocan ardor o picor, es posible que esta sea la causa. Vasos sanguíneos visibles: Un signo distintivo de la rosácea son las pequeñas líneas rojas en el rostro, causadas por la dilatación de los vasos sanguíneos. ¿Por qué es importante atender estos síntomas? Dejar la rosácea sin tratar no solo afecta la apariencia, sino también la salud de tu piel. Con el tiempo, los síntomas pueden empeorar, volviéndose más difíciles de manejar. Por eso, si notas alguno de estos indicadores, es fundamental acudir a un profesional que pueda diagnosticar correctamente tu caso. En mi consulta, lo primero que hacemos es un diagnóstico personalizado, porque cada piel es única y no todas las rosáceas son iguales. Entender qué está pasando es el primer paso para diseñar un tratamiento eficaz. Opciones de tratamiento y cuidado Aunque la rosácea no tiene cura, sus síntomas se pueden controlar y reducir significativamente. En mi centro trabajo con: Cosmética especializada: Productos formulados específicamente para calmar la inflamación, reducir el enrojecimiento y fortalecer la barrera cutánea. Tratamientos avanzados: Técnicas como peelings suaves o tecnologías adaptadas que ayudan a mejorar la textura de la piel y minimizar el enrojecimiento. Asesoramiento personalizado: Te ayudo a identificar y manejar los factores desencadenantes, como ciertos alimentos, el estrés o hábitos. El momento de cuidar tu piel es ahora Cuando entiendes lo que tu piel necesita y le das el cuidado adecuado, los resultados son mucho más que estéticos. La piel sana refleja bienestar y te hace sentir más cómoda contigo misma. Si has notado alguno de los indicadores de rosácea que mencioné, no dudes en buscar ayuda. Estoy aquí para ayudarte a cuidar tu piel, con tratamientos y consejos que realmente funcionan. Reserva tu cita para un diagnóstico personalizado: 📞 +34 626694152 📍 C/ Camarena, 98, 28047 Madrid Mercedes Herranz ¿Te identificas con estos síntomas? Déjame ayudarte a dar a tu piel lo que necesita para que esté sana y radiante.

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